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lunes, 25 de febrero de 2019

A dos años del anuncio de su remediación, la mina de uranio Los Gigantes continúa contaminando

Pasaron 2 años del anuncio de su remediación y 30 años de que finalizara su etapa de producción, sin embargo la mina de Los Gigantes sigue sin tener una solución final y sus desechos se mantienen como foco de contaminación radioactiva en toda la cuenca del San Roque.

En 2017, la Comisión Nacional de Energía Atómica, anunció (anuncio que ya se había hecho en 2007 y 2009) que se iba a realizar el cierre definitivo y la remediación de la mina de Uranio de Los Gigantes.
En el lugar permanecen aún 2.400.000 tn. de colas de uranio, 1.000.000 tn. de estériles y 600.000 tn. de mineral marginal según dato de la CNEA.
La mina cerrada y abandonada Los Gigantes se ubica entre dos arroyos: El Cajón y El Cambuche. El primero de ellos es uno de los afluentes del río San Antonio, que luego atraviesa las cinco comunas que conforman el sur de Punilla, pasa por Carlos Paz y desemboca en el Lago San Roque, del cual se provee de agua Córdoba Capital.
En la zona de los Gigantes llueve entre 1000 y 1100 milímetros anuales, números que han sido superiores entre 2015 y 2019.
Con ese nivel de precipitaciones, los especialistas aseguran que se producen desbordes en el dique de cola y la pileta de decantacion , ambas sin ningún tipo de protección y al aire libre.
Con estos desbordes, se derraman sustancias tóxicas a los arroyos. Esta contaminación produce alteración de la flora, la mortandad de los peces y el deterioros en animales de la zona como por ejemplo el comprobado de las pezuñas de las vacas totalmente carcomidas por estar en continuo contacto con las aguas contaminadas.

Cuando Los Gigantes estaba en pleno funcionamiento se comprobó que el complejo minero realizó descargas clandestinas de soluciones de ácido sulfúrico utilizado en la lixiviación del Uranio, y se pudo percibir la contaminación en el cauce del Río San Antonio, cuyas aguas presentan coloraciones verdosas y azuladas, producto de volcamientos.

Fuente:  Santiago Berioli (www.carlospazvivo.com) 

Continúa el trabajo de limpieza del lago


En el marco del Plan de Abordaje Sanitario del Lago San Roque, y debido al afloramiento de cianobacterias y algas, Provincia y Municipio continúan intensamente los trabajos de limpieza de los lugares más comprometidos de la cuenca.
Dichas acciones se extienden de manera continua desde el inicio de los afloramientos a fines de diciembre de 2018, y siguen hasta la fecha. Hoy los trabajos se desarrollan en la zona del puente Carena y El Diquecito.
De acuerdo a lo informado por los profesionales, se recomienda no ingresar ni tener contacto con el agua en los sectores mencionados. Igualmente solicitamos a los vecinos estar atentos a las indicaciones de los carteles ubicados en la costanera.
Estas acciones se complementan con la construcción de la obra de cloacas en aquellos barrios donde habían pagado y aún no contaban con el servicio. Con recursos propios, avanzamos en el 65% y mediante un subsidio de la Provincia completaremos las zonas restantes.
Además, el cierre del basural a cielo abierto y la puesta en funcionamiento del Centro Ambiental evita la contaminación de las napas y, por ende, del embalse.
Se solicita a los vecinos cuidar la utilización del agua potable
Debido a las altas temperaturas, la tasa de ocupación habitacional y el derroche de agua, se solicita a la población extremar los cuidados en relación al agua potable según lo establecido por la Ordenanza Municipal Nº 4341.

Fuente: http://www.carlospazinforma.com.ar/

Capilla del Monte: Denuncian que se agravó la contaminación del dique El Cajón

Un grupo de vecinos asegura que «no es potable» el agua que se distribuye en la ciudad.Capilla del Monte. Un grupo de vecinos de Capilla del Monte denunció al gobierno municipal por la contaminación del dique El Cajón, tras haber advertido que hay una gran cantidad de micros de larga distancia que vuelcan líquidos cloacales sobre un curso de agua que desemboca en el embalse. Aseguran que por esta razón se produjo un enfrentamiento en el barrio Faldas del Uritorco, ya que los habitantes del sector no quieren tomar agua de red, sino que prefieren abastecerse de una vertiente.
La realidad es que el reservorio viene atravesando hace algunos años un proceso previo a la eutrofización (el mismo fenómeno que amenaza el lago San Roque) y se halló materia orgánica aportada por las actividades humanas que generan la proliferación de cianobacterias y de algas. El incremento de nutrientes provenientes de vertidos de efluentes cloacales sin tratar o con escaso tratamiento, el aporte de suelo con contenido de plaguicidas, fertilizantes y las cenizas provenientes de incendios, junto con las altas temperaturas, favorecen la contaminación.
La situación alarmó a las organizaciones ambientalistas del Valle de Punilla, quienes se sumaron al reclamo de los vecinos de la zona luego del violento desalojo que se produjo días atrás. En ese sentido, sostuvieron que los trabajos son ilegales porque no habría factibilidad de obra y tampoco se habrían cumplido los pasos normados para avanzar con la obra. En diálogo con El Diario, varios de ellos apuntaron: «No hay expediente municipal previo ni presentación de la comisión vecinal, no hay contratos ni formas de pago o presupuesto de obra, ni cartelería, presupuesto de obra, plazos de ejecución ni representante técnico». «El municipio y los ediles están incurriendo en un delito y serán demandados por incumplimiento de los deberes de funcionario público»; indicaron.

En el mismo sentido, agregaron: «Todo el pueblo esta envenenado, con cloacas a cielo abierto y un dique contaminado con los desechos de los baños químicos de las empresas de ómnibus que desaguan en el dique El Cajón, de donde sale el agua filtrada, precariamente, para el suministro de una parte del pueblo» (...) «El agua que usualmente escasea todo el año y es distribuida a los vecinos no es potable. Por eso, los vecinos que tienen agua de vertiente natural se oponen a las obras que los desprolijos y traidores a su gente pretenden imponer, hay trabajos más importantes a ejecutar y la boca de registro de la Ruta 38 donde vuelcan las empresas de ómnibus de larga distancia los desechos de sus baños químicos. Los vuelcan a cielo abierto por un curso de agua servida que desemboca en el Dique El Cajón y esa misma agua es distribuida a la gente del pueblo como agua potable, así como las cloacas vertidas al Calabalumba. Hace rato que Capilla huele mal, pero son sus dirigentes los causantes del mal olor y son criminales»; concluyeron los ciudadanos.
Fuente: www.eldiariodecarlospaz.com.ar