Por Pablo Luis Nicolini
Nunca les pasó cuestionarse el por qué de sus acciones? Durante mi última salida de pesca empecé a reflexionar mientras bañaba infructuosamente un pedazo de chapa bajo un sol impiadoso de mediodía.
Lo primero que se me ocurrió fue: porque mi viejo me enseño! (Gracias Papá) Pero lamentablemente no es esa la razón. Quizás sea por la paz que la orilla da, como se dice habitualmente el peor día de pesca es mejor que el mejor día de trabajo. Cierto, pero no era la respuesta o no del todo al menos. A lo mejor es porque despierta instintos primitivos, como un eco de tiempos remotos del pasado del hombre; la excitación de arrojar el cebo y capturar el pez invadiendo su ámbito, el instinto del cazador. Pero por que entonces buscamos usar elementos cada vez mas sutiles, porque devolvemos a su hábitat a nuestros contrincantes, por que pescamos con artificiales? Ciertamente no por el mero hecho de capturar, si no porque podemos hacerlo dando todas las oportunidades para salir bien librado. Buscamos en cada pez lo que los caballeros de leyenda buscaban en el Santo Grial, una gloria tan efímera que sólo podemos retenerla liberando al pez. Y no nos importa (demasiado) si es un tiburón gigante o un pequeño bagre, porque es en la belleza del momento donde esta el verdadero tesoro. Somos bárbaros, primitivos, pero hay un romanticismo innegable en el pescador de alma que le permite quedarse en el agua incluso bajo las peores condiciones, porque nunca perdemos la fe en el pez. Hay una belleza sutil en la pesca, en el silencio roto por el canto de la línea al tensarse por el pique, el relumbrar del sol en las escamas del pez bajo la luz del cielo crepuscular. Es casi como escribir un poema o pintar un lienzo con nuestros propios peculiares instrumentos. Y es un arte que nos acerca a lo divino, como no sentirse en comunión con lo infinito ante la humildad que provoca la magnificencia de la naturaleza?
Pescamos porque somos un poco bárbaros, algo poetas, un tanto místicos, a veces románticos, muchas veces deportistas… pescamos porque esta en nuestra naturaleza, pescamos porque somos pescadores, ni mas ni menos.
Pablo L. Nicolini
martes, 5 de mayo de 2009
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1 comentario:
Muy bueno, la verdad que uno lee y se siente identificado.
Gracias por compartir, Ramiro
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