El municipio solicitó colaboración para retirar las plantas
acuáticas que complican al lago. La Provincia inició esa tarea, pero resulta
insuficiente.
Villa Carlos Paz. El lago San Roque no
tiene descanso. Sobre el fin del verano llegaron las algas y, con su
proliferación alfombrando el embalse, aparecieron los peces muertos. Ya en el
otoño, brotaron en los últimos días en el agua las plantas acuáticas, que
crecen ahora con fuerza en todo el dique.
Con el municipio y la Provincia sin un plan de
mutuo acuerdo para abordar el tema, desde el gobierno local se buscan ahora
alternativas llevando los planteos de ayuda ante la Nación. En ese marco,
el concejal oficialista Hugo Bustos (de Carlos Paz Unido) se reunió ayer en
Buenos Aires con funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente nacional para
solicitar ayuda para limpiar el lago. No se trata de una asistencia para el
saneamiento integral que el dique requiere para evitar la degradación que lo
complica desde hace décadas, sino sólo un aporte para mejorar al menos su
situación actual.
“Los funcionarios
nacionales advirtieron que conocen la problemática a través de la prensa de
Córdoba y reconocieron que la decisión final para intervenir requiere de la
aprobación de la Casa
Rosada”, advirtió el edil, que regresó sin certezas.
En el medio se mete la
pelea Nación–Provincia ya que el lago es un ámbito de jurisdicción de la Secretaría de Recursos
Hídricos de Córdoba. “Depende de la gravedad que tenga el tema para que la Nación pueda actuar sin
pasar por la Provincia”,
aseveró el concejal.
“El planteo de fondo que
hicimos tiene que ver con la limpieza del lago porque queremos que la Nación envíe una comitiva
que evalúe la situación más allá de lo que puedan hacer el municipio y la Provincia”, destacó.
Cruces. En las últimas semanas no faltaron cruces
entre funcionarios provinciales y dirigentes institucionales en referencia al
estado del embalse y sus causas.
A fines de febrero, los
peces muertos comenzaron a aparecer por miles en las costas del lago, lo que
generó fuertes reacciones de entidades ambientalistas. En ese caso la pelea
duro unos días y se basó en la interpretación que se le dio a este fenómeno.
Para la Provincia
se trató de una cuestión estacional, por la proliferación habitual de algas,
mientras que para los ambientalistas de Carlos Paz pudo haber otros elementos
que generaron ese fenómeno.
Luego, comenzaron a
aparecer los camalotes (plantas acuáticas) que no tienen nada que ver con las
algas verdes y representan un problema menor que estas. Con lanchas, la Provincia comenzó a
limpiar la zona cercana al centro de la ciudad, que apareció repleta de esa
vegetación.
La semana pasada hubo
una reunión entre funcionarios municipales y provinciales en la que se avanzó
para intentar acordar tareas conjuntas. En ese encuentro, Juan Bresciano,
funcionario de Recursos Hídricos provincial se comprometió a intensificar desde
esta semana las acciones para apurar la limpieza del lago. “Hemos acordado que,
en forma conjunta, se puedan llevar a cabo algunas acciones que permitan
mejorar las condiciones del embalse”, dijo Bresciano al cabo de esa reunión.
Buena cantidad, mala
calidad
Al nivel del embudo. Si la calidad del agua del San Roque no
es buena, al menos hoy, en cantidad, está en su mejor nivel. Desde hace 20 días
supera el vertedero. En realidad ayer estaba a 35,30 metros,
exactamente el nivel al que empieza a evacuarse por el embudo.
Es lo óptimo para
iniciar el otoño, teniendo en cuenta que desde mayo a octubre se registran
pocas lluvias en Córdoba y que en ese lapso lo habitual es que todos los lagos
bajen su nivel. De lo que acumulen en otoño, depende en buena parte el nivel
con que empiecen el verano próximo. El único lago cordobés que hoy supera su vertedero
es el de Embalse, en Calamuchita.
Cloacas y fósforo. Rocío Fernández y Alejandra Bustamante,
investigadoras del Conicet y del Instituto Nacional del Agua, explicaron
semanas atrás en una conferencia en Carlos Paz que el lago está en un proceso
severo de eutrofización (envejecimiento por degradación), explicable por el
exceso de nutrientes, que utilizan las algas.
El fósforo es ese
“alimento” principal y su origen está, sobre todo, en la falta de tratamiento
de los líquidos cloacales en toda la cuenca. Con más algas, el agua se torna
más turbia, se reduce el oxígeno, en casos genera mortandad de peces y otras
especies y hace más compleja y costosa la potabilización.
Fuente: Diario La Voz del Interior